Hace años, la familia Espinoza Moreno y Moreno Salinas, se fueron con la ilusión de buscar una mejor calidad de vida, un trabajo, pero el domingo 4 de abril, el terremoto que sacudió la ciudad de Mexicali, los hizo cambiar de pensar.
El susto de ver como edificios, casa y bardas se derrumbaban, hizo que salieran huyendo de esa ciudad fronteriza, para venir a Guamúchil a refugiarse con sus familiares.
Yanet Yareli Espinoza Moreno, y Vilma Aracely Moreno Salinas, salieron de Mexicali el martes para ponerse a salvo, dejando allá a sus esposos, cuidando lo poco que tienen mientras piensan, si se quedan a radicar en esta ciudad o se van a otra ciudad, pero Mexicali, ya no esta en sus plantes.
Se fueron a de esta ciudad, para no poner en riesgo a sus hijos Alán Eduardo Sánchez Moreno, y al bebé Roberto Carlos, de 3 meses.
Cuentan que el domingo, estaban en su casa ambas familias, jugando con los niños y pusieron una alberca para que se bañara Alán y sus primos, porque no hubo como salir de vacaciones de Semana Santa.
En esos momentos sintieron que la tierra se movía, salieron corriendo al patio de la casa para ponerse a salvo.
"Estábamos jugando, cuando sentimos un temblor despacio, pero después fue algo fuerte", narran, "cuando quisimos salir de la casa nos caímos, porque no podíamos caminar de lo fuerte que estaba el terremoto.
"Vimos como la barda de un vecino se derrumbaba y caía encima de un vehículo".
Dicen que eso fue lo que les causó más pánico, porque nunca habían visto algo igual.
"Los niños comenzaron a llorar, y pues todos estábamos asustados, y lo que hicimos fue platicar con ellos, y les dijimos que estábamos en un barco y que se estaba moviendo".
Alán, un niño de 5 años, quería que el barco se detuviera para que ya no moviera la tierra.
"Mamá cuando se va a parar el barco", gritaba el menor, a su vez, sentado se detenía en la tierra con sus manos, porque si se paraba se podía caer.
Yaneth Yareli Espinoza, plática que después comenzaron a sacar, al patio de la casa, colchones y cobijas, para dormir afuera.
"Es que ya sabemos, que cuando pasa, es peligroso estar en el interior de las casas", platicaba.
Por eso se preparaban para dormir afuera, pero una intensa nube de polvo y un fuerte viento, los hizo que se refugiaran en el interior de la casa a obscuras, provocando que el temor se incrementará, porque iban a estar dentro, pensando que el temblor se podía repetir.
Señalan que después se sintieron muchos temblores, por lo que decidieron hacer maletas, para trasladarse a Guamúchil a la colonia Insurgentes, donde viven sus familiares.
Aseguran que el 30 de diciembre un temblor también sacudió la ciudad, pero de este no provocó daños, y después del terremoto del domingo, a la fecha se han registrado más de 3,500 réplicas.
Además, dicen, el domingo se cayeron varios puentes, las carreteras se deterioraron, por eso era más difícil salir de esa ciudad fronteriza, hasta que se normalizaron las cosas.
"Por eso decidimos mejor salir de Mexicali para estar con la familia, aquí en Guamúchil, donde de perdida, le decimos a Alán, que aquí no se moverá el barco", revelan.
El Servicio Sismológico de Estados Unidos dio a conocer que continua la actividad sísmica en Mexicali, Baja California, donde se registró un movimiento de tierra de 4.7 grados en la escala de Ritcher.
